El preámbulo del nuevo Real Decreto de regulación del uso de mascarilla indica que en el entorno laboral deben ser los responsables en materia de prevención de riesgos laborales quienes determinen las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse.
Para ayudar a establecer estas medidas preventivas, el Ministerio de Sanidad ha actualizado el “Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-coV-2” que recoge las principales medidas de prevención que deben evaluarse para ir recuperando la normalidad en aquellos contextos en los que se estime que el balance riesgo/beneficio pueda justificarlo.
A continuación, recogemos las principales medidas de prevención, incluido el uso de la mascarilla, en el ámbito del comercio minorista.
Medidas de carácter organizativo
- Si es posible, evitar la coincidencia masiva de personas, tanto trabajadores como clientes, en los establecimientos comerciales durante las franjas horarias de previsible mayor afluencia. En los períodos de descanso también debe contemplarse esta medida.
- Potenciar el teletrabajo para el desarrollo de aquellas actividades cuya naturaleza lo permita.
- Valorar la adopción de opciones de trabajo mixtas para aquellas actividades que no requieran una presencia continua en el establecimiento.
- En desplazamientos en vehículos compartidos, utilizar la mascarilla y garantizar la entrada de aire exterior.
Medidas de protección colectiva
- Adoptar medidas de ventilación, limpieza y desinfección adecuadas a las características e intensidad de uso del comercio.
- Poner a disposición de los trabajadores agua y jabón, o geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad virucida para la limpieza de manos.
Medidas de protección personal
La forma óptima de prevenir la transmisión en el ámbito laboral es seguir usando una combinación de todas las medidas preventivas ya conocidas: higiene de manos, superficies y equipos, junto con el uso de la mascarilla y la ventilación del local.
Respecto a las mascarillas, en el contexto epidemiológico y de inmunidad actual, sigue siendo obligatorio su uso en los siguientes casos:
- Trabajadores de centros, servicios y establecimientos sanitarios, entre los que se incluyen las oficinas de farmacia, los botiquines, las ópticas, las ortopedias y los establecimientos de audioprótesis.
- Trabajadores de medios de transporte de personas (incluidos taxis y VTC).
Además, es muy recomendable que usen mascarilla los siguientes colectivos:
- Personas trabajadoras de grupos vulnerables (mayores de 60 años, inmunodeprimidos y embarazadas) en cualquier situación en la que tenga contacto prolongado con personas a distancia menor de 1,5 metros.
- Personas trabajadoras que realicen trabajos o servicios de asistencia a domicilio, repartidores, etc.
Revisión de los protocolos de prevención.
En el resto de los casos, las empresas deberán tomar decisiones sobre las medidas preventivas a adoptar, basándose en la experiencia adquirida durante los últimos dos años, en base a los protocolos de prevención que hubieran establecido, consultando a los trabajadores y considerando sus propuestas.
Para evaluar los riesgos asociados a cada establecimiento comercial y a cada puesto de trabajo, se deberán considerar los siguientes elementos:
- Ventilación adecuada.
- Nivel de ocupación.
- Mantenimiento de distancia interpersonal de 1,5 metros.
- Tiempo de permanencia.
- Actividad.
- Condiciones de temperatura y humedad relativa.
- Utilización de espacios comunes (vestuarios, comedores, etc.)
- Medios de transporte particular compartidos.
- Existencia de personas vulnerables en el puesto de trabajo.
Ante la duda sobre las condiciones idóneas de cualquiera de estos aspectos, se recomienda volver a consultar el “Protocolo y Guía de Buenas Prácticas dirigidas a la actividad comercial en establecimiento físico y no sedentario”, que publicó la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo al inicio de la desescalada y vuelta a la normalidad.
