23 de abril- Día Internacional del Libro.
El Día Internacional del Libro tiene como principal objetivo fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.
En este día es necesario felicitar y poner en valor el trabajo que realizan las más de 600 empresas de comercio valencianas que cuentan con 775 librerías en las que trabajan cerca de 2.200 personas.
Este comercio especializado está compuesto principalmente por tiendas especializadas unilocalizadas, aunque también hay presencia de cadenas en los grandes municipios.
Las tiendas físicas continúan liderando las ventas de libros según los datos de la Federación de Gremios de Editores de España, aunque los canales de comercialización se han diversificado, poniendo de manifiesto los cambios en los hábitos de compra:
- Las librerías y cadenas de librerías concentran el 53,0% de la cuota de mercado.
- Los hipermercados concentran el 8,4% de las ventas, tras el incremento del 2,8% respecto a 2019.
- Las ventas en empresas e instituciones (donde se incluyen las ventas de libros de texto a colegios) suponen el 14,6% del total de facturación y mantiene sus ventas respecto a 2019.
- La venta de libros (en papel) a través de internet, supone el 1,7% del total de facturación. Es el canal de comercialización que más ha crecido en 2020. La facturación de libros de papel a través de internet se produce principalmente a través de Amazon con un 54,5%, seguido a mucha distancia de la web de la editorial con un 19,0%.
Las librerías valencianas integradas en el sector de la cultura, prensa y libros muestran una gran capacidad para reinventarse en una situación compleja y difícil producida como consecuencia de la digitalización del consumo de los libros.
El crecimiento del libro electrónico y el ecommerce obliga al desarrollo de nuevas líneas de negocio, incorporación de servicios, etc. para no perder clientes.
El éxito de las nuevas librerías viene indefectiblemente ligado a nuevos planteamientos. Además de mantener el papel tradicional de conocedores del producto que venden, los libreros apuestan por convertir sus comercios en centros de agitación cultural.
En este sentido se destacan algunas de las estrategias que están adoptando las empresas del sector.
- Espacios culturales. Las librerías se reinventan como espacios culturales y ágoras literarias, enlazando con el espíritu embrionario de la antigua biblioteca de Alejandría.
- Experiencia de cliente. El sector se apoya en la personalización de los servicios y la entrega a domicilio para recuperar el terreno ganado por las grandes empresas de comercio electrónico.
- Especialización. La especialización es otra de las tablas salvavidas de las librerías tradicionales; géneros en principio minoritarios, como las obras de carácter local, la poesía o los idiomas, allí donde no suelen llegar las grandes empresas, se han convertido en una de las principales armas de los libreros en esta pelea desigual.
- Adaptación. Las librerías clásicas hace años que se adaptaron a las nuevas tecnologías; prácticamente todas disponen de página web y servicio de comercio electrónico con posibilidad de entrega a domicilio. Este avance ha supuesto también la actualización de la logística de sus distribuidores: «No sirve de nada que ofrezcamos un servicio ‘online’ si luego el cliente tarda diez días en recibir el libro» Además ha sido un tipo de comercio pionero en la creación a un Marketplace sectorial para facilitar la venta online a los clientes.